BÚSQUEDA ACTIVA Y LA EDUCACIÓN MÁS ALLÁ DE LA PIZARRA

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En este tiempo hemos mantenido muchas conversaciones eduapasionadas con docentes. Mientras compartimos lecturas con ellos, comentamos también sobre experiencias y aprendizajes que han adquirido en el proceso de educar lejos de las aulas.

Nos cuentan, que a través de la pantalla se acercan a la realidad que estaba antes lejos de su rutina diaria. En la escuela no sabían muchas cosas sobre las niñas y niños que hoy conocen un poco más, a fuerza de conectarse de la forma que es posible para cada uno.

Algunos estudiantes pueden conectarse a las clases virtuales, mientras otros reciben y responden los mensajes de Whatsapp cuando el padre regresa del trabajo; algunos llenan fichas que dejan semanalmente en la escuela o envían por correo electrónico pero hay muchos que no aparecen en varias semanas. En esos casos es necesario acudir a buscarlos para encontrar la forma de que no abandonen el sistema escolar.

La búsqueda activa

La Estrategia de Búsqueda Activa, desarrollada por el Ministerio de Educación consiste precisamente en encontrar las acciones más adecuadas, agotar todos los posibles mecanismos y encontrar junto a las familias las mejores alternativas para lograr que los y las estudiantes no abandonen el sistema escolar.  

Según Emilia Alvear, funcionaria del Ministerio de Educación, el COVID-19 no solo cambió las dinámicas de aprendizaje más comunes, sino que también impactó otras dimensiones de la vida de todas las familias del Ecuador. Muchas tuvieron que migrar, otras dejaron de percibir ingresos económicos o incluso perdieron a integrantes, causando situaciones que dificultaron que los y las estudiantes mantuvieran con estabilidad los procesos de enseñanza – aprendizaje.

En ese contexto, la tendencia de abandono sufrió un importante incremento lo que, por supuesto, llevó al Sistema Educativo a flexibilizarse.

La Estrategia de Búsqueda Activa es el puente de comunicación para que todos y todas conozcan de las oportunidades que los estudiantes tienen para aprender y culminar sus estudios.

¿Cómo se hace?

La Búsqueda activa se clasifica en dos mecanismos: remotos y de rastreo territorial. 

  • El contacto remoto consiste en buscar a las y los estudiantes a través de llamadas telefónicas, correo electrónico, indagar con los compañeros/as de clase y familias amigas, buscar a través de redes sociales. 
  • El rastreo territorial, se hace a través de la conformación de brigadas; reuniones comunitarias para difusión de oportunidades de inclusión educativa; creación de puntos y fechas de encuentro en espacios abiertos de escuela; reuniones con líderes comunitarios, iglesia, personal de salud de la zona, entre otros, para transmisión de mensaje o búsqueda de referencias de los estudiantes que no se encuentran asistiendo.

El proceso de búsqueda activa ha contado con el vital monitoreo de los docentes y se han integrado organizaciones de la sociedad civil y de la comunidad, para colaborar desde todos los ángulos posibles dada la importancia de encontrar y reconectar a los niños, niñas y adolescentes con la educación. 

El esfuerzo que los y las docentes han puesto en este proceso es enorme pues ha cambiado por completo su forma de educar, los ha expuesto a trabajar en distintos territorios y por lo tanto a arriesgar su propia salud y demostrar que su vocación de cuidado va mucho más allá de la rutina de acudir diariamente a la escuela.

“Como docentes hemos cumplido nuestro trabajo a cabalidad, con la mística del maestro,  donde quiera que nos encontremos está la gran responsabilidad para llegar con el conocimiento a nuestros estudiantes y también asistir con la contención emocional que es importante en estas circunstancias… también a los padres de familia, a nuestra familia. Todos estamos vulnerables no solo en la salud física sino emocionalmente.”

Patricia Nuñez
Docente en formación de mentora
Provincia de Cotopaxi – Cantón Saquisilí